Hola a todos:
La entrada de hoy va a ser un poco especial. He sido seleccionada para participar en un concurso de blogs sobre Nancy, convocado en la página de facebook cuyo enlace es http://www.facebook.com/yolovenancy
Casi no llego a tiempo de inscribirme, pero me arriesgué, mandé un e-mail y aquí estoy discurriendo sobre cómo voy a desarrollar el tema " Nancys de Ayer y de Hoy" en mi blog, que en eso consiste la segunda fase del concurso. En fin, lo haré lo mejor que pueda. ¡Suerte para todos y que gane el mejor!
Aquella tarde me sentía un poco rara.
Sí, me explico, hacía más de treinta años que no me compraba una Nancy.
Casi me dio vergüenza admitirlo a la dependienta de la tienda de juguetes.
- ¿Se la envuelvo para regalo?-
En aquella caja iban dos Nancys juntas, la antigua con el abriguito de visón y la Nancy New. Yo nunca había tenido una Nancy rubia, mi primera Nancy era pelirroja y llegó con su traje de colegiala . ¡ Qué diferente del uniforme de la New "en el cole" ! Aunque también darían para muchos artículos los cambios que ha experimentado la escuela en estos cuarenta años.
Ha pasado mucho tiempo y muchas cosas.
Cambios, cambios y más cambios..., pero creo que hay una cosa que no ha cambiado nada: la ilusión que se siente al desenvolver una caja, abrirla, sacar la muñeca quitándole con extremo cuidado los múltiples enganches y ,finalmente liberada, olerla, fijarse en todos sus detalles. .. En mi caso pude comprobarlo, alegrándome enórmemente por ello.
Ha pasado mucho tiempo y muchas cosas.
Y, sin saber cómo, me hice la misma pregunta que siempre me hacía cuando era pequeña: ¿ Qué piensan estas muñecas cuando descubren su nuevo hogar?
La Nancy "de ayer" enseguida se sintió como en casa, rápidamente le probé uno de los últimos vestidos que había hecho y, lógicamente, le sentaba como un guante.
"Solo tenemos una oportunidad para causar una buena impresión", no sé de quién es la frase, pero tiene más razón que un santo.
Y eso que, por si acaso, Nancy New no venía con las manos vacías.
- Esperamos que os guste la fiesta que os hemos preparado - añadió mi Negrita de pelo corto.
Nancy New pensó:- ¡Vaya por Dios! Si lo hubiera sabido , me hubiera traído alguno de mis disfraces o mis vestidos de cuento...-.
Pero antes de que pudiera decir nada, "mis abuelitas" rebuscaron por los arcones y encontraron este vestido. A ellas les venía un poquito largo. Claro, las niñas de antes eran más bajitas.
y, finalmente...
y finalmente...
...tuve que dejarlo todo para hacer la cena.
Increíble, durante toda la tarde me había aislado de todo, como en una burbuja. Los problemas, preocupaciones, etc... se habían ido y, cuando por la noche intentaban volver, la imagen de mis niñas los desvanecían y el sueño regresaba plácidamente.
Claro está que uno no puede evadirse de todo a perpetuidad , pero de vez en cuando no va mal y yo sabía cómo hacerlo. Así pues, a estos vestidos siguieron otros y a estas tardes, otras... Ahora, incluso nos hemos embarcado en esta aventura de los blogs y hemos descubierto que no estamos solas en este "Mundo" y que podemos intercambiar experiencias con personas muy interesantes.
Después, la familia fue aumentando: la jeans, la chinita, las comulgantas... Y, allá para mayo, la reedición de la primera Nancy, que, por cierto, ya ha estrenado vestido y se ha convertido en la imagen de mi perfil.
- ¿Te la envuelvo para regalo?-
- Sí, por favor...es para mí-
La dependienta, y ya también amiga, me obsequió con una sonrisa cómplice.