Hola a todos:
Las vacaciones van acabándose, pero antes me gustaría enseñaros algunas cositas que han ido surgiendo y que me han ayudado a soportar un poco el calorazo. Bueno... ellas y los ventiladores, todo hay que decirlo.
La primera fue una especie de encargo. Un letrerito para la puerta del baño. En este caso y casa, no sucede como en otras donde el baño está "al fondo a la izquierda" o "al fondo a la derecha"...no, aquí era justo la puerta de en medio. Para evitar excursiones "no autorizadas" por las habitaciones contiguas por parte de invitados " curiosones", pues qué mejor que un cuadrito ad hoc.
Dicho y hecho, cogí una revista en la que salía una casita de muñecas a punto de cruz y seleccioné el baño. Este fue el resultado
Buscando esquemas para el cuadrito anterior, encontré otros muy majetes y, como El Principito es uno de mis libros favoritos, pues he aquí el siguiente cuadrito.
Luego, siguiendo con el punto de cruz, me hice una casita tridimensional en la que metí lavanda y quedó muy majeta.
Si os fijáis, los marcos que utilizo en los cuadros anteriores son de esos que hay un espacio entre la tela y el cristal, lo cual permite (como en el caso del primero) poner alguna figurita o pequeño adorno dentro. Así que , hecho este descubrimiento en la "tienda de todo a cien", me acordé de que el año pasado había comprado unos botones con figuritas del Belén . Como los compré en diciembre, pues no me dio tiempo a hacer nada con ellos. Esta era la ocasión...esta vez NADIE se me adelantaría a la Navidad, ni siquiera el Corte Inglés o los supermercados que a final de agosto van empezando a traer turrones. No, está vez les iba a tomar la delantera. Así que, manos a la obra.
Ahora bien, una vez terminado, me di cuenta de algunos pequeños detalles. El primero, se puede ver en el Portal: en vez de un buey, habían puesto una oveja. Miré por internet otros paquetitos y en todos pasaba lo mismo. Así que como no era cuestión de cambiar la letra del villancico a estas alturas - " Entre un buey y una mula, Dios ha nacido..."- dejé sola a la mula y "recoloqué" la oveja en la escena del ángel que anuncia el nacimiento a unos pastorcitos. Por cierto había dos pastores exactamente iguales, oveja incluida ( ¿? ). Pues nada, reubiqué a uno de ellos junto al Portal y... Santas Pascuas (nunca mejor dicho).
Sin embargo, lo que me descolocó ya del todo fue ver que mi querido y preferido Baltasar tenía un color ligeramente "violáceo-paliducho". Esto sí que no tenía solución, me resigné y lo cosí. Sin pretenderlo, tenía un Belén versión Woke que está ahora tan de moda. En fin...
Aunque la Historia del Arte acudió en mi ayuda. A principios de agosto visité Tauste (Zaragoza). Allí, entre otras muchas cosas interesantes, tienen un magnífico retablo del siglo XV en el que aparece una Adoración de los Reyes Magos, revolucionaria en su época, en ella Baltasar aparece no solo pintado de color oscuro, sino con rasgos faciales claramente africanos. Y, según la guía que nos explicaba la Iglesia, hasta entonces en las representaciones Baltasar no se distinguía de los otros dos. Entonces ya puedo decir que se trata de botones prerrenacentistas...Solucionado.
No obstante, cuando me fijé en la etiqueta de los paquetes de botones comprendí muchas cosas...
Y como ya había cogido carrerilla navideña y el próximo curso ya está cerca, me puse a hacer un calendario de Adviento para que mis peques, además de llevarse alguna sorpresita dulce, practiquen un poco con los números y con la lectura. Esta última utilidad se me ha ocurrido cuando ya lo tuve terminado: porqué no hacerles descubrir dónde va cada figura intentando leer los cartelitos? Así que estas son las razones de que haya usado velcros redonditos en vez de dejar que las figuras se sujeten libremente sobre el fieltro.
Pues hasta aquí hemos llegado. Dentro de poco, empiezan las clases y ya calentamos motores.
Por cierto...feliz año 2025!! ¡Hala, la primera felicitación de Año Nuevo, la mía!
Hasta otro ratico!!!