Hola a todos:
Esta vez el cuento elegido es : Los siete cabritillos.
Empezamos mostrándoos los tres escenarios:
Comenzamos.
Mamá cabra se va a comprar y les dice a sus cabritillos que: - No le abran la puerta a NADIE.
Al cabo del rato, llaman a la puerta:
Pom, pom,pom
- ¿Quién es?- preguntan los cabritillos
- Soy vuestra mamá- dice una voz muy grave
- No, no, no... no eres nuestra mamá porque ella tiene la voz aguda y tú la tienes grave. ¡Vete por ahí, lobo!
- Cachissss....ya está, voy a comerme un montón de huevos y se me pondrá aguda- dicho esto, el lobo se encaminó a un gallinero que estaba por allí cerca. Las pobres gallinas al ver al lobo salieron despavoridas dejando sus huevos en el nido y el lobo empezó a comérselos a pares.
Volvió a la casa:
Pom, pom , pom.
- Abridme, soy vuestra mamá- dijo con una voz más aguda
Los cabritillos dijeron:- tiene la voz como mamá, pues será mamá. Vamos a abrirle.
- No, no, mamá dijo que no abriéramos a nadie- gritó el cabritillo más pequeño.
- No digas tonterías, es mamá.
- Espera, vamos a preguntarle otra cosa - pidió el pequeño y dijo - Enséñanos la patita por debajo de la puerta.
Al ver la pata marrón del lobo, dijeron:
- No, no, no...no eres nuestra mamá. Ella tiene la patita blanca y la tuya es marrón. ¡Vete por ahí, lobo!
- Cachissss... ya está, iré al molino para embadurnarme la pata con harina. - Y así lo hizo para después volver a la casita.
Pom, pom, pom
- Abridme, soy vuestra mamá- dijo con su voz aguda
- Enséñanos la patita por debajo de la puerta.- le contestaron.
Esta vez era de color blanco...
- Tiene la voz como mamá y su patita es blanca como la de ella... pues será mamá, vamos a abrirle.
- No, no, mamá dijo que no abriéramos a nadie- gritó otra vez el cabritillo más pequeño.
- No digas tonterías, es mamá. Y tú lo que eres es un cagueta. Escóndete si quieres, cobardica!!
El pobre cabritillo se escondió en la caja del reloj y cerró la puerta con todas sus fuerzas.
Sus hermanos abrieron y al ver al lobo se quedaron petrificados por el miedo, no podían moverse. El lobo los agarró de tres en tres y se los tragó sin masticar ni nada.
Al poco rato vino mamá y al no encontrar a sus hijitos empezó a gritar desesperada:- ¡Mis hijitos!, ¿Dónde están, mis hijitos?!!
La puerta de la caja del reloj empezó a abrirse y el más pequeñito asomó la cabecita:- Mamá...¿Eres tú?
La mamá corrió a abrazarlo.
- Mis hermanos son tontorrones y el lobo los ha engañado. Se los ha comido y luego se ha ido al río a dormir una siesta.
- ¡Oh, no! ¡No puede ser!! Tengo que pensar algo, rápido...
Ya está, ¡Tráeme el costurero!- ordenó.
- Pero mamá... ¿Te vas a poner a coser ahora?
- No, ven conmigo. Ya verás lo que voy a hacer. No hay tiempo que perder. ¡Vamos al río!
Y allí estaba el lobo, profundamente dormido. Mamá cogió las tijeras y le abrió la tripota de arriba a abajo. Dentro estaban todos los cabritillos muy asustados. Les hizo un gesto para que guardaran silencio y, de uno en uno, muy despacito, fue sacándolos. Cuando estuvieron todos fuera, les pidió que trajeran una piedra grande cada uno y, poco a poco, fue metiéndolas en la tripa.Uno de los cabritillos se confundió y cogió una pobre tortuguita, pensando que era una piedra.
- Pero...¿Qué qué haces?, ¡¡Esto no es una piedra!!- le riñó mamá. Eso sí: sin levantar la voz.
- Perdón mamá- dejó a la tortuga en el suelo y fue a por otra piedra. ¡¡¡Nunca he visto una tortuga más rápida!!!
Cuando estuvieron todas las piedras dentro, mamá cosió la tripa del lobo con cuidado y , sin hacer nada de ruido, se fueron todos a su casita.Al cabo del rato, el lobo se despertó.
- ¡Uy, uy, uy! Me duele más que antes. Es como si tuviera un montón de piedras en la tripa. Voy a beber un poco a ver si se me pasa.
Cuando el lobo se acercó a beber al río, el peso de las piedras le hizo caerse al agua y el río aprovechó para llevárselo muy lejos y nunca más se volvió a saber del lobo.
Colorín, colorete...por la chimenea se fue un cohete!
Como podéis deducir por las fotos, el lobo puede mover su mandíbula y tragarse a los cabritillos ( yo los cojo de tres en tres y me va mejor). También, si lo giro, tiene una cara dormido y otra despierto y, por último, su tripa se engorda y puede abrirse. La verdad que fue lo primero que hice, es la pieza principal y más complicada de este cuento.
Todas estas fotos están tomadas con el escenario colgando, o sea, en posición vertical ( incluso a veces se ven en las fotos las pinzas con que lo cuelgo de la pizarra de mi clase). En principio, no hay problema para que los personajes se aguanten pegados en el fieltro, ya lo sabéis si habéis visto mis otros cuentos. No obstante, en el caso del lobo, esto se complica mucho; sobre todo cuando va con la tripa llena de cabritillos. Pues bien, lo solucioné con dos " hierbas verde claro y verde más oscuro" que hacen de barandilla y me ayudan a sostener al lobo dormido sin que se caiga.
Ya sabéis que cualquier duda que tengáis podéis hacérmela llegar a mi correo electrónico o dejarla en comentarios. Por cierto, hablando de comentarios, os agradecería que no os fuerais de mi blog sin dejarme alguno. Gracias
Hasta otro ratico
Aclaración final: lo de la tortuguita es "cosecha propia", jajajaja
























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